Nos trasladamos a la preciosa ciudad de Burgos. Aquí, en nuestro viaje, llegaremos a El Parador de Lerma, donde nos encontraremos con el enorme Palacio Ducal de Lerma, que se remota a la era de los Austrias.
Este Parador de Lerma, se encuentra en lo más alto del pequeño pueblo. En su entrada, nos toparemos con un patio inmenso, acompañado de bellas galerías.
Es sin duda, un lugar que se colma como elegante. El interior, con una iluminación al detalle, otorgará a los invitados de El Parador de Lerma a pasar una estancia inolvidable.
Si nos asomamos al balcón del parador, podemos contemplar la Plaza Mayor, que gracias a las luces y la iluminación que otorga el parador, se convierte en algo realmente mágico.
Burgos, se remota a la era medieval, y podremos encontrarnos con casas del estilo, un arco inmenso, y el famoso puente de la cárcel.
Cuando nos alojemos en el Parador de Lerma, debemos de incluir en nuestra ruta ir a visitar la plaza de la villa, o el asombroso Arco de la Cárcel, que era la entrada principal a su casco histórico.
El corazón de Lerma, es, la Plaza Mayor. Quizás, se convierta en unas de las plazas más monumentales de España. Como en cualquier lugar, cuando baja la afluencia de tráfico, las vistas aumentan notablemente.
No podemos dejar atrás, algunos de los conventos para visitar, como es el Convento de San Blas, situado en una de las plazas paralelas a la principal. Allí, habitan monjas.
El viaje que te has propuesto para El Parador de Lerma, te conducirá hasta la Colegiata de San Pedro, que te llevará a las profundidades del Pasadizo Ducal, un túnel que no hay que dejar pasar por alto.
Por el túnel, se podía pasar para los actos religiosos, sin tener que salir a la calle. En su interior, cuenta con proyecciones que cuentan la historia de este pasadizo. Unían Santa Teresa y Santa Clara. A día de hoy, es el único tramo que se conserva de esta manera.
Por el camino, debes de anotar que tendrás que visitar el sepulcro de Cristobal de Rojas y Sandoval.
Justo a La Colegiata, podemos encontrarnos con la Plaza de Santa Clara, donde tendremos paso a el mirador de los Arcos.
En la misma Plaza de Santa Clara, yacen los restos de El cura merino. Fué un líder guerrillero español, cuando se celebraba la Guerra de la Independencia Española.
Si sigues caminando un poco más, podrás encontrarte con el Monasterio de Santa Clara.