Viajando un poco a la gastronomía de Cuenca, podemos encontrarnos con restaurantes de generosa comida, casera, por supuesto. Nos llevará a un gusto único, como si estuviéramos en casa.
Podremos disfrutar de las auténticas migas con huevo. Para chuparse los dedos, y repetir. Tenemos más comidas típicas como los zarajos, o el morteruelo, que es una especie de paté, servido en un cazo, para mojar con pan.
Debemos de tener a mano una guía turística, ya que son las numerosas cosas por hacer en cuenca, una vez llegados al destino de El Parador de Cuenca.
No podemos dejar atrás la catedral, con un inmenso frente construido y digno de admirar. Podremos entrar de lunes a domingo, de 10:00 a 19:30. La entrada, con un coste minúsculo, de 4.80 euros.
Una de las calles que se recomienda recorrer, es La Ronda Julián Romero, donde podremos encontrar tiendas artesanas muy acogedoras.
Si queremos verlas ruinas de un castillo, tenemos en las alturas de Cuenca, El Barrio del Castillo, donde podremos ver al mismo tiempo, las hoces de los ríos Jucar y Huécar.
Por último, podremos subir a lo más alto de Cuenca para disfrutar de la ciudad entera. Acudimos a los miradores de cuenca, donde podremos elegir distintos puntos para poder contemplar la belleza mágica de la ciudad.
Sin duda, venir a El Parador de Cuenca es venir a contemplar magia, y belleza en cada rincón escondido de esta ciudad.