MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El Gobierno cuenta con que 2023 sea un año récord en llegada de turistas a España y que se supere «cómodamente» la cifra de 2019, antes de la pandemia, cuando se recibieron 83,7 millones de visitantes.
Así lo señaló este miércoles el director general del Instituto Nacional de Turismo (Turespaña), Miguel Sanz, con motivo de la publicación de los informes de su entidad de tendencias de mercados para este verano, que reflejan que la demanda de viajes vacacionales a España de los principales mercados europeos manifiesta una relativa fortaleza y recupera progresivamente los niveles prepandemia.
Los indicadores adelantados de los principales mercados confirman que «nos encontramos en un buen momento para el sector turístico». «La recuperación progresiva de la demanda turística indica que este año podremos superar cómodamente las cifras del 2019, y que mantenemos una evolución positiva del volumen del gasto; por lo que vamos por el buen camino. Estos informes de perspectivas reafirman las buenas expectativas para estos próximos meses, con unos buenos datos en capacidad aérea y vuelos programados, así como en búsquedas de vuelos y alojamientos en la mayoría de los mercados analizados», afirmó Sanz.
Con vistas al verano, España aparece en el primer lugar, tanto en consideración y satisfacción como en intención de viaje, en mercados tan importantes como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia o Países Bajos. En el mercado de Estados Unidos, España se consolida como cuarto destino europeo en esos mismos índices.
El Informe de tendencias indica, asimismo, un incremento de la conectividad debido al levantamiento de todas las restricciones que supuso la covid. Existe un crecimiento generalizado para los países europeos y Estados Unidos desde los destinos españoles para la temporada del verano.
Si en las ultimas temporadas de verano, la seguridad era el principal criterio en la elección del destino, ahora la relación calidad-precio es el criterio más importante, así como el de la sostenibilidad en destino.
España sigue siendo el destino preferido para los británicos, como lo demuestran la alta demanda y los elevados índices de consideración, resonancia e intención de viaje o las capacidades aéreas programadas para el verano 2023. En la medida en que mejore la confianza de los británicos y, si mejora su situación económica, se podría observar una recuperación paulatina de búsquedas y reservas, según Turespaña.
En el mercado alemán, la percepción general de España como destino turístico se mantiene en niveles muy altos y la demanda de viajes se ha fortalecido. Los tres primeros meses del año han sido muy fuertes en reservas, las vacaciones domésticas pierden terreno frente a las de largo recorrido y los volúmenes de facturación están superando los de antes de la pandemia.
La reactivación de los viajes internacionales de los franceses ya alcanzó gran dinamismo en 2022. Para este verano, la posición de España en el mercado francés sigue siendo sólida como reflejan la preferencia de intención de viaje por nuestro país; la buena consideración y satisfacción general; la accesibilidad por carretera y el aumento interanual del 14,2% de las capacidades aéreas. Todos los indicadores señalan un verano 2023 positivo para España por lo que respecta al mercado emisor francés. Sin embargo, habrá que vigilar el diferencial de inflación entre Francia y España, para que nuestro país no pierda competitividad.
El mercado italiano continúa su recuperación durante este año, especialmente en los destinos del área mediterránea. El fuerte deseo de viajar de los italianos, el buen posicionamiento de España, que sigue siendo el destino preferido de los italianos y la excelente conectividad aérea son factores por los que se espera que los flujos de italianos a España se intensifiquen en los próximos meses.
En Países Bajos la demanda de vacaciones se mantiene elevada, no sólo se han recuperado los niveles en destinos de proximidad, como España, anteriores a la crisis de covid-19, sino que se han superado. La pérdida de poder adquisitivo parece tener un impacto en el comportamiento vacacional y se tiende a gastar menos en el destino u optar por un destino más barato. Pero, a pesar de ello, los neerlandeses siguen yendo de vacaciones.